Me encuentro habitando mi cuerpo
y en mi interior un remolino que contiene
mis mas temibles sentimientos.
En su centro, la mas terrorífica de las verdades: El miedo.
Ese ser oscuro y lúgubre que mata y domina hasta a las mas
grandes criaturas de la tierra.
La ansiedad carcome mis venas como si fuera a romperlas
en mil pedazos. Y una vez mas: Paz. 
Pequeña luz que aparece para regocijarme de alegría y luego
dejarme tan abruptamente en las mas oscuras tinieblas.
Lo macabro e inmortal me rodea acercándose lentamente a mi ser.
Yo abro mis ojos dejándome envolver por una nube embriagadora 
de locura y fervor que me lleva a los lugares mas recónditos de mi 
mente.
Gusanos mentales quebrantan todo pensar.
En silencio mi corazón late.