Cuando no quieras sentir.
lunes, 30 de septiembre de 2013
Quiero que mi vida sea de ésas que se inmortalizan
en un libro, o en una película (quién no ha soñado alguna vez con ello) . Pero
creo que si fuese un libro, no sería un bestseller o, si fuese un filme, no
sería de grandes efectos especiales, no. Si tuviese que escribir sobre mi vida,
ésta sería la unión de muchas historias de la vida cotidiana. Quizá no haya hecho nada para cambiar el mundo,
pero todos tenemos algo que contar, algo que nos gustaría dejar para la
posteridad, para que cuando nuestro cuerpo se haya convertido en mil partículas
volátiles, alguien nos recuerde. Es por ello que las palabras son una manera de
hacernos eternos, de no caer en el olvido. Me gustaría que en el libro de mi vida
se hablase tanto de aciertos como de mis fallos y mis errores. De mis virtudes
y mis defectos, de mis alegrías y mis penas, de mis manías y mis gustos. En
resumen, de mi condición de humano y por tanto, de la imperfección que eso
conlleva.
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