Cuando no quieras sentir.
viernes, 3 de mayo de 2013
Después de un tiempo uno aprende la sutil
diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma; Uno aprende que el amor
no significa acostarse, que una compañía no significa seguridad y uno empieza a
aprender. Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas; y
uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos.
Y uno aprende a construir sus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana
es demasiado inseguro para planes y los futuros tienen una forma de caerse en
la mitad. Y después de un tiempo, uno aprende que, si es demasiado, hasta el
calor del sol quema. Y aprende a decorar su propio jardín y decorar su
propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores. Y uno aprende
que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente
vale, y uno aprende y aprende. Con el tiempo aprendes que estar con alguien
porque te ofrece un buen futuro, significa que tarde o temprano tendrás que
volver a tu pasado. Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de
amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la
felicidad que deseas. Con el tiempo te das cuenta de que si estás a lado de esa
persona solo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando
volver a verla. Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados,
y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de
amistades falsas. Con el tiempo también aprendes que las palabras dichas en
un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la
vida. Con el tiempo aprendes que disculpar, cualquiera lo hace, pero perdonar
es sólo de almas grandes. Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con
tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir. Con el tiempo te
das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible. Con
el tiempo aprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará
que al final no sea como esperabas. Con el tiempo te das cuenta que en
realidad, lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo
justo en ese único instante. Y aprendes que hay 3 momentos en la vida que
uno no puede remediar: la oportunidad que dejaste pasar, la cita a la que no
asististe, la ofensa que ya pronunciaste. Con el tiempo también aprendes sobre
el dinero y entonces, comprendes que puedes comprar una casa, pero no un hogar;
puedes comprarte una cama, pero no hacerte dormir; puedes comprarte un reloj,
pero no te dará tiempo; puedes comprarte un libro, pero no conocimiento o lo
que necesitas aprender; puedes comprarte una posición, pero no sirve para tener
respeto; puedes comprarte medicinas y pagar la consulta al médico, pero no te
dará salud; puedes comprarte sangre, pero no vida; puedes comprarte sexo, pero
no amor. Con el tiempo aprendes que la vida es aquí y ahora, y que no
importa cuántos planes tengas, el mañana no existe y el ayer tampoco. Con
el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas,
decir que extrañas, ya no tiene ningún sentido. Pero infortunadamente, todo
esto lo aprendes solo con el tiempo.
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