Cuando no quieras sentir.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Para cada persona el infierno es algo diferente,
o cada uno tiene su propio infierno particular. Mi
descenso al nivel irracional de la existencia, donde se
vive por puro impulso, para fantasía y, por
consiguiente, pura locura. No, eso no es el infierno.
Cuando estoy allí tengo tan poca conciencia del dolor
como un hombre borracho; o mejor, mi dolor es una alegría.

Sólo al recuperar la conciencia siento un dolor
indecible...

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